Radiofrecuencia facial
En los últimos tiempos la radiofrecuencia facial se ha convertido en uno de los tratamientos de elección en las clínicas de Medicina Estética. La clave de su éxito se encuentra en su naturaleza no invasiva y en los excelentes resultados que arroja sin necesidad de pasar por el quirófano. En pocas sesiones combate la flacidez, elimina las arrugas y tiene efecto flash.
¿Qué es la radiofrecuencia facial?
La radiofrecuencia facial es un método avanzado que estimula la producción de colágeno y elastina mediante el calentamiento en las capas más profundas de la piel (dermis). De esta manera, el aumento de colágeno da tensión al tejido y la zona tratada, lo que supone una evidente reducción de la flacidez y arrugas.
Está especialmente indicado para mejorar la laxitud de la piel, e ideal para aquellas personas que presentan una ligera flacidez en la cara, el cuello y otras áreas corporales, como la parte interna de los brazos y los muslos, el abdomen y las nalgas.
Además de mejorar la flacidez y las líneas de expresión, este tratamiento tiene un efecto tensor y flash aportando una gran luminosidad al rostro.
¿Cuándo se notan los efectos?
El efecto de tensión se aprecia de forma gradual y progresiva a partir del mes de tratamiento, dependiendo del estado previo de la piel, aunque los resultados son visibles desde el inicio del mismo. Por lo general es bien tolerado ya que solo hay una sensación de calor que desaparece al cabo de unos minutos.
¿La radiofrecuencia facial tiene efectos adversos?
Por lo general este tratamiento es bien tolerado, ya que solo hay una sensación de calor que desaparece al cabo de unos minutos.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
En el tratamiento de radiofrecuencia facial el número de sesiones necesarias es variable, y depende del estado de cada paciente y el nivel de exigencia del mismo.
Por normal general, se consideran necesarias entre 4 y 6 sesiones.